Día 6: De Abadín a Guitiriz

Esta etapa ha sido la más larga desde que salimos: 30km, pero hoy el clima nos ha respetado y el sol ha salido. Temíamos a que lloviera.

¿Queréis saber la novedad de hoy? A noche llegaron los otros casi 500 peregrinos de Madrid que se unen a nuestro peregrinar a Santiago. Nos acostamos ayer con ganas de verles, pues dormimos en polideportivos diferentes. Esta mañana, al despertar por fin les vimos llegar con caras de novatos, frescos y con energía. Nosotros ya vamos acusando el cansancio después de los 5 días que llevamos de camino. El recibimiento que les hemos dado ha sido cómo comenzar de nuevo el camino, otra vez mirando al frente con los ojos en el Señor, abrazos, encuentros, saludos… pero tampoco disponíamos de tanto tiempo para ello, necesitamos ajustarnos a los horarios para el camino. Hay que reconocer que ésta alegría del reencuentro nos ha ayudado a quitar algo del cansancio de los días precedentes. Con renovado vigor emprendemos la marcha formando todos un solo bloque; ¡juntos nos dirigimos a Santiago!

Durante el camino son muchas las preguntas que nos hacen: ¿qué  tal los días precedentes?, ¿qué etapas habéis hecho?, ¿cómo ha sido el recorrido?, ¿habéis encontrado durante el camino mucha dureza?, etc. A pesar de la incorporación de los nuevos compañeros, es impresionante ver como en la Iglesia vivimos un espíritu de comunión, la peregrinación nos hace uno al andar, caminamos con una sola alma y con un solo corazón, unos se ponen a cantar como si  llevarán conociéndose de toda la vida, otros a rezar el rosario, otros de bromas, también se habla y se comparte. La Iglesia lleva dos mil años caminando, y aún hay gente que se sigue incorporando, por el bautismo, por la conversión, por los lazos que se estrechan en el amor a Cristo.

Una experiencia personal: Hoy me ha sorprendido ver como un chico, al que no conocía de nada, se me ha acercado y me empezó a preguntar sobre estos días pasados, a lo largo de la conversación hemos acabado hablando de mi vocación al sacerdocio, realmente ha sido precioso ver como la fe se puede compartir con alegría; él, por su parte, me ha contado que participó en la peregrinación del 2010 y que gracias a ella había cambiado en su vida, desde entonces se había acercado de una forma nueva a Dios, incluso planteándose que camino tomar en su vida.

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