Hoy, de nuevo, no nos ha acompañado el tiempo, cada vez que nos parábamos empezaba a llover. Parecía como sí la nube nos fuera siguiendo. Lo único que nos anima es quecada día nos acercamos más a nuestra meta, el abrazo al Santo Apóstol en la Catedral de Santiago de Compostela. Este tipo de días acentúa el cansancio. Cada día que pasa estamos más cansados, sentimos el peso de la fatiga, van saliendo ampollas en los pies, en el descanso se nota más el suelo duro de los polideportivos... pero el espíritu en el grupo de peregrinos no decae, el ambiente es alegre, se respira fortaleza, se habla del deseo de seguir esforzándose por llegar a Santiago. Es impresionante observar este espíritu luchador en los jóvenes… quieren llegar a abrazar al santo cueste lo que cueste. Es precioso ver cuando luchan por lograr esas grandes metas... Este cansancio nos será recompensado el día que entremos por el pórtico de la gloria de la Catedral de Santiago.
0 comentarios: